Ésta es la 3er carta que te escribo mirando al cielo, y deseando que tu esencia pueda impregnarse en estas palabras, que hoy intento expresar.
A menudo desearía extender mis brazos y reclamar desde la tierra un abrazo tuyo, escuchar tu voz o embeberme en tu mirada transparente; si supieran que muchas veces te siento tan cerca, aunque no te vea físicamente, porque si estoy mal y mis ojos derraman lágrimas pienso en ti y me siento en paz, es entonces que digo, “mi papá esta aquí conmigo” Y tal vez me equivoque, o sea una simple ilusión, pero la sensación es asombrosa, no podría explicarlo con palabras, solo puedo sentirlo, muy dentro mío, cómo cuando nos sobresaltamos y el corazón comienza a latir aceleradamente, así me siento yo cuando te siento cerca…
A veces me pregunto si te habrán quedado cosas por decir, palabras por expresar, o sentimientos que aflorar. De niña siempre te consideré un hombre callado, no eras muy expresivo, pero siempre supe que nos amaste a todos incondicionalmente, que tu corazón se regocijaba de alegría si nos iba bien y se entristecía si las cosas no nos iban tan bien como esperábamos; siempre nos impulsaste a ser personas honestas, correctas y hasta a guardar silencio cuando fuera necesario; no te gustaba la charlatanería, pues considerabas que si alguien pronunciaba palabras de más demostraba en realidad cierta superioridad de la que carecía. Tal vez por ello de chica era de poco hablar, más bien tímida, aunque observadora, mi modo de expresión siempre fueron mis dibujos, historias, creaciones y cartas…sí, tantas cartas que te escribí papá…sabía que así podía llegar a ti, sabía que como respuesta luego recibiría un abrazo de amor y calidez!! Lo que daría por volver a sentirlo! Ya de grande fui cambiando, en muchas ocasiones sentí que te decepcionaba, cuantas veces discutíamos! Eras más estructurado que yo, por mi parte siempre quise ser más libre y aunque me diste la libertad que necesité a menudo sentía que dejaba de hacer muchas cosas que me gustaban. Supongo que también habrá tenido su propósito en mi vida y por ende en la vida de las personas que hoy me rodean. Pero entiendo que todo lo hiciste por mi bien. No nacemos sabiendo, ni mucho menos sabiendo ser padres.
Esta carta encierra un hondo significado para mí, no es cualquier carta, en ella expreso lo que de alguna forma te diría si estuvieras vivo entre nosotros, muchas cosas tal vez nunca te las dije, pero como bien dije…todo lo que aquí escribo, lo escribo ”Con otros Ojos”
Dicen que no es bueno guardarse las cosas, que si uno se las guarda dejamos que se estanquen dentro de uno. En mi vida me he guardado muchas cosas y cada vez que pensé en ello mi piel y mi corazón comenzaban a tiritar, y claro son cuestiones que luchan por salir al exterior, pero no dejamos que suceda, muchas veces por miedo a lastimar a alguien o por mera conveniencia. Ahora sé que te guardaste algo muchos años…pero no pretendo culparte por ello, a cualquiera le pudo haber sucedido…
Hace poco supe que no eras mi papá biológico, que no llevabas mi sangre, pero eso jamás me llevó a pensar que tu imagen paterna se desvaneciera en la nada, todo lo contrario, desde entonces pude ver la realidad con otros ojos, desde entonces me sentí bendecida, tocada por los mismos Ángeles enviados por Dios, y es que no puedo sentirme de otra forma. La verdad es dolorosa, sobre todo cuando se mantuvo oculta por tantos años, y aunque lloré, y aunque me sentí vacía en cuanto a mis raíces, en cuanto a la sangre que corre por mis venas, nunca pero nunca dejé de considerarte mi padre. Siempre serás mi papá, siempre, siempre, siempre, y la sangre en estos casos no cambia ese sentimiento construido en toda una vida.
No te culpo por no haberme dicho la verdad, ni a mamá tampoco, ese fue un pacto entre ustedes, y si hoy por hoy tuvo que aflorar algo que se mantuvo omiso por tanto tiempo es porque asi tuvo que ser y no de otra forma. En esta vida todo tiene su propósito, vos cumpliste con tu misión, cargaste con una cruz, con la diferencia de que aquello no fue un calvario, porque Dios en ese entonces te dio alas, a través de tu esencia y a través del nombre que te dieron al nacer. ¿acaso fue en vano? NO… no lo fue, de eso estoy segura, sin caer en el error de la adulación, que solo manifiesta su contento y admiración por conseguir algo a cambio.
Te sigo amando papá, te sigo extrañando, si embargo te recuerdo con una sonrisa, con una sensación de amor en el corazón. Te daría un último abrazo…pues cuando partiste de este mundo no pude despedirme…hasta una noche en que dormí llorando, te apareciste en sueños en el patio de la casa, me acerqué…y entonces te abracé y te sentí concientemente, pues sabía que era un sueño, pero sentía que esa fue la forma que tuve de despedirme. Nunca olvidaré aquel sueño, fui feliz de abrazarte, fui feliz con tus palabras: “Todo va a salir bien, tranquila”
Me siento orgullosa de haberte encontrado en mi camino, estoy segura de que al vernos por primera vez ambos nos entregamos a una aventura existencial y sin igual, desde el corazón sellamos un pacto, nos sumergimos en una misión maravillosa. Hoy puedo rescatar el significado de la palabra “Dar” y de la palabra “Amor” “DAR AMOR” Eso hiciste vos, eso fue tu legado…
GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS PAPÁ!!!!!
MI PAPÁ DEL CORAZÓN.
TE AMO!!!!
(He aquí un tema relacionado el Amor y el Recuerdo)
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